Se repite cada año y en cada fecha, en algunos casos, no ocurre, pero la generalidad de la ley, es que se repita cada vez mas

Día de...

Es una amarga sensación, como que te tengo, pero no encuentro el lugar donde ponerte, y al fin no concuerdas con el decorado, y terminas juntando tierra en un rincón olvidado, o roto por los chicos, en un juego donde participan inocentes, sin importar, que mas pronto se rompe, mas pronto tengo escusa de tirar ese trasto, que a la vista, molesta e incomoda.
Que difícil es. . . "Venir viejo", es no tener ritmo, ni presencia,  ser bueno para nada,  salvo, algún mandado intrascendente,  o que te dejen los chicos por unas horas, por que eso si, sos de confianza,  y les dedicas el tiempo, que total . . . te sobra . . . de la poca vida. . . que te queda, escondida,   acompañada, de una sonrisa triste,  que nadie ve, por se pierde en las sombras de las arrugas, que los años te regalan, jalonando el camino. Y este dolor profundo y sincero, que no es reproche, que no tiene amargura, es solo la advertencia que no vi, cuando cumplí con el mismo rito con los míos queridos, a quienes ahora comprendo un poco más, aunque siempre que pude, en el final, sin comprender demasiado, les di toda la ternura que tenia,  porque algo me indicaba, que con eso, les hacia menos duro el camino, para partir en su viaje final. 

 Me quedó la sensación, que me costó menos, dejarlos partir, cuando llegó su hora.
En el título, día de. . . el padre, la madre, los abuelos, o lo que caiga, lo siento de una hipocresía, de un cinismo tan aberrante, que me duele adentro de los huesos.
¡Hoy, es tu día !, y los trescientos sesenta y cuatro restantes, ¿ quien los guarda?. Cámbiale los pañales, el día del niño, el resto del año . . .¿para que?. Dale de comer, el día del niño . . . Amarlo, educarlo, ponerle límites, curar sus nanas, reír y llorar con su crecer, con su vivir, con sus fiebres y resfrios, o sus golpes, los primeros, y todas las cosas que se encadenan a lo largo de los años, solo el día del niño, igual, para que un día descubran que te aman, pero lejos, porque es su tiempo,  y la experiencia la tiene que vivir, sin vos,  porque sino,  les falta el aire, no pueden respirar su independencia, sin notar que tal independencia no existe, porque estas en su sangre, en sus genes, y si se los quitaran,  dejarían de ser,  pero eso lo entenderán, cuando la vida, sabia  y  justiciera, les aplique el mismo patrón, las mismas medidas, y sin entender, pasarán por el mismo camino de espinas, que transitamos antes. . .
Antes, aprenderán, pero tarde.

Serán felices, los que no entienden, los que no ven, los que no piensan, y por ultimo, serán felices aquellos que se conforman con un día por año, olvidando el resto del tiempo, que su sentimiento es una esponja, que se va secando, un poco cada día,sin poder recuperar la humedad que le devuelve la vida, que le llena de luz, el alma
Sin amor, la esponja, termina raspando como
la piedra.
En el final, no quiero, ni oro, ni marcas famosas, ni cosas que se compran con dinero, solo un poco de ternura, que calme la sed de amor, para transitar el largo camino final.
En un mal llamado, día del padre. . . Yo.
Como contar a cada hijo, que cosa se experimenta, cuando se lo sueña primero, cuando se lo ansía, después, y el fenomenal desconcierto que produce ese ser, vivo, en las entrañas de la madre, a quien no conocemos, y con quien adquirimos un compromiso de honor, que el no exigió, pero que nosotros mismos propusimos en nuestro afán de proyectar nuestra vida en la suya. 

 Compromiso que lleva implícito el lograr que ellos, nos superen en todo, manera de superarnos nosotros mismos.
Así encontré a mi primer hija, fue amor, sueño, proyecto, y la vida misma . . . cosas que, no se explican, desencuentros, . . . 

Y después, los que opinan, participan, unos por ignorancia, otros por mas ignorancia, con el agregado de una cuota de imbecilidad
manifiesta, logran desunir, alejar a los que se quieren, y que no tienen valor, para defender lo que les pertenece.
No seré juez, de lo que soy parte. y no seré
victima de mi mismo. 

Lo que fue mio, y perdí es porque no lo supe defender.

Se convirtió en mi tristeza, y me acompañará hasta que el fuego me purifique el final.
De todos modos, lo que logré, es tanto, que no me quejo por lo perdido, nadie puede quitarme, la emoción, la ternura, los sueños, y mucho menos, que les deje, a cada uno, un sello, que nada ni nadie podrá borrar. 

Tengo la ventaja, es que los amo mas, de lo que dure mi vida, y son míos para toda sus vidas venideras. . .
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