2013
Viejo, ya no te tengo. . .
¿Quién fue el Dios que nos apartó ?
¿ Por que tan pronto.?
Cuando empezaba a conocerte.
A descubrir las razones de tu rebeldía.
De
tu manera de actuar,
despreciando las cosas establecidas.
De
tu manera de actuar,
despreciando las rutinas.
Aquellas que nos conducen a una sumisión
Inadmisible.
Por qué no me dejaron escucharte un poco
más.
A entender tus conductas, tus rebeldías.
No supe callar cuando tu voz sonaba.
No fui capaz de
silenciar mi voz para
oir la tuya.
Tal vez tenías razón, quizás no.
Pero era tu razón.
Y mi silencio hubiera sido la posibilidad
de hacer tronar tus gritos o tus palabras,
pero tuyos, irrepetibles.
Cuando la vida te calle, será demasiado
tarde para pedir escucharte.
La muerte, inexorable, nos acalla,
nos silencia.
Y lo que dijimos en vida nos sobrevivirá,
a pesar de los años.
Papá, volvé a decirme lo que
me negué a oir.
Hoy lo necesito, y no se
como hacer,
para que estas palabras
perduren.
Tal vez sea demasiado tarde.
Posiblemente no tenga derecho a
pedir oir nuevamente tus palabras,
que me hablan de amor, amistad,
de familia, de humildad, de tolerancia,
de respeto.
de respeto.
Del comportamiento de un hijo que va
a ser para siempre tu mejor y mas
querido alumno.