Cuando el paso de los años,
deja marcas indelebles . . .
En el cuerpo y en el alma.
Cuando asumes que las cosas . . .
No pasaron . . . Fueron decisiones, que se tomaron, con más o menos conciencia de cada hecho, pero decisiones, al fin.
La paternidad, tiene dos caminos a elegir, uno, la irresponsabilidad frente a un hecho biológico natural y . . . puramente animal.
O la consecuencia de un compromiso, que es meditado, querido y fruto del amor, y concebido con la total responsabilidad de lo que implica una vida, a partir de otra vida, que se encadenan por los siglos de los siglos.
Padre, se es para la eternidad, no alcanza con días, meses o años. Es más allá, de la vida de uno mismo, y se continúa en la vida del que viene, por y para siempre.
La paternidad, tiene dos caminos a elegir, uno, la irresponsabilidad frente a un hecho biológico natural y . . . puramente animal.
O la consecuencia de un compromiso, que es meditado, querido y fruto del amor, y concebido con la total responsabilidad de lo que implica una vida, a partir de otra vida, que se encadenan por los siglos de los siglos.
Padre, se es para la eternidad, no alcanza con días, meses o años. Es más allá, de la vida de uno mismo, y se continúa en la vida del que viene, por y para siempre.
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