No creas que, soy un hincha-pelotas, pero . . .asumo que en casos, lo consigo.
Como viejo tortugon, de caparazón dura por fuera, pero blandito por dentro, durante mucho tiempo, espere este encuentro.
Yo no pido, no reclamo, pero siempre espero . . .
y no siempre lo que uno espera se da.
Todas las expectativas, quedaron cortas, lejos de lo muy bueno que fue el encuentro, después de toda una vida, superó en mucho todo lo que me podía imaginar.
Claro, los años no pasan solo para mi, ahora sos un hombre, al que no vi madurar, crecer, transformarse, con otra envoltura, pero sos el mismo muchachito, la misma ternura, el mismo ser humano que partió al encuentro de su destino. . .
Creo que sos artífice de una vida increíble, constructor de sueño y realidad, que me dan gran felicidad.
Uno no sabe que va a buscar, ni sabe que encuentra en el arcón del futuro, cuando arranca la aventura de vivir, cuando no camina, corre, al correr, los tropiezos, machucan, duelen, detienen, y en ese momento se forja una vida.
Una opción, es volver, como el tango, con la frente marchita,
y otra es ponerse de pie, no mirar para atrás, y seguir, seguir caminos tan desconocidos como los anteriores, pero eso es vivir, herirse, romperse, demoler para volver a construir, cada día es un comienzo, cuando amanece no sabemos qué nos espera al atardecer, y te pasan cosas, algunas hermosas, las más, dolorosas, muy duras, dejan cicatrices, algunos dicen experiencias, es la vida.
A mi, al final, me regaló un encuentro, el encuentro con un hombre, artífice de su propio destino, artesano de cada una de sus obras, que muestra feliz, de lo que amazo' para decir aquí está, esto soy, y firmar la obra como corresponde al ceramista, al orfebre, al escultor.
Ahora vendrá la otra parte, consolidar todo lo realizado, y dejar que las piezas se muestren al mundo, y ser feliz cuando ves que ya vuelan solas, que giran en el aire cada vez más alto, y de pronto te das cuenta que cumplen lo mismo que uno, se van, buscan su destino, la historia se repite, primero fuimos nosotros, ahora son ellos . . .
se van . . .
y no hay con qué llenar ese enorme vacío que queda en la casa . . . y en el alma . . . es la vida .
Por eso, lo feliz del reencuentro, es casi como la primer partida, solo que ahora la incertidumbre pasa, porque uno ya sabe, que en el almanaque, quedan pocas hojas, pero lo vivido, fue bueno, a pesar de las luces y las sombras.
Y mira si fue bueno que me dio para amontonar palabras, pensamientos, que casi nunca se conversan, si dejas que los viejos piensen, te rellenan los oídos de tantas macanas, que podes terminar aturdido, pero de esta manera, lo podes dejar pasar, o para después, o . .
En cuanto a tu visita, nos dejó horas de conversacion, sentimientos, recuerdos, momentos revividos . . .
Ma, volvió a las doscientas y pico de palmeras de aquel trabajo . . . para mañana . . .
El recorrido por el Botánico, cuando fue contigo . . .
Las hamburguesas con tus compañeros en casa.
La filmación de la comunión de Anita.
La Isla Martín Garcia . . .
El campamento. Gualeguaychú, los carnavales,
el campamento en el río Gualeyan . . .
Infinitas cosas . . .
Tantas . . .
El abrazo, y tus ojos, que nosotros no olvidamos, son los mismos del pibe . . . que nosotros amamos, y que llenan el alma de recuerdos de antes y de ahora, y de siempre . . . siempre . . .
Porque una parte tuya es parte de nuestra vida, y así será.
Que hermosa sensación fue verte, abrazarte, oírte, tocarte, y sentir que somos eso, una parte de tu vida.
Valió la pena esperar tanto tiempo, para vivir este encuentro único e irrepetible, quizás hayas otros, pero este, fue único.
Te quiero mucho, un abrazo enorme.
Tu padre.
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