Una Carta Diferente
La Navidad, o Natividad, es un festividad Cristiana.
Se entiende que es un tiempo de recogimiento y piedad, donde cada familia, con emoción y alegría, celebra la llegada de la esperanza, encarnada en el nacimiento de un niño-hombre, con el Espíritu Santo en su corazón, destinado a procurarnos el perdón de los pecados cometidos antes, durante y despues de su tiempo.
Y quien tiene presente la Fe en Dios, siente en su Alma, que el dicho Perdón, no solo se alcanza por el Sacrificio de Jesús en la Cruz, sino por aceptar, primero nuestras culpas, y luego por querer enmendar nuestros propios propios pecados.
Jesús es un ejemplo de hombre de bien, piadoso, aceptando su destino de pasión, generoso para dar todo, amor y lo que fuera necesario para mitigar el dolor de quienes se acercaban a él, pero siempre conservó su enorme personalidad, su orgullo, su entereza, y la justeza de sus opiniones y sus fallos, de Ser Él Mismo siempre.
Pero nuestro compromiso, es tratar de ser auténticos, cada uno en lo suyo, hoy vivimos una mentira, un permanente engaño, donde el mayor valor es lo falso, y lo banal.
Es hora de ser nosotros mismos, a nada nos lleva la mentira y la falsedad, siempre se paga por ese camino.
Quizás al preparar ya mi último viaje, cuando los tiempos se conocen cortos, cuando realizamos el balance de nuestra vida, cuando los números ya no se pueden cambiar, queremos preparar un equipaje liviano.
Es el camino a transitar solo, con un derrotero fijo, sin GPS, ni tecnologías modernas, con el mapa de la vida, y la brújula del Alma, cada uno ya conoce el final del camino.
Creo por lo tanto, que es prudente no equivocar lo que elegimos para llevarnos en esta oportunidad.
Seguramente llama la atención que en cartas para mis hijos, hoy redacte una nota de este tenor.
Pero en mi ausencia, es posible que, mis reflexiones encuentren las pautas para continuar con sus vidas.
Y fundamentalmente para cuando les toque construir sus balances finales, no les queden columnas en blanco, y obtengan un saldo favorable.
Me disculpo por abandonar mis amados Blogs, con ellos, a partir de groseros errores de edición, pude luego construir ese monstruo que se adueñó mi tiempo.
La construcción de buendianoticia.com con su crecimiento inusitado, con sus lectores, con su forma de comunicar me coloca a mis 80 años, a disfrutar de un logro editorial, que no puedo casi entender, si no fuera por la generosidad de la gente, pero tambien de los muchos amigos logrados al cabo de una gran parte de mi vida, y que se acoplaron al proyecto, con sus informes, y sus notas, que publiqué cada día con el mismo amor que hoy escribo esta nota.
Trataré de seguir en este compromiso de cada día, en tanto mi vida tenga un impulso para marcar cada letra. Siempre . Mientras viva.
Que el 2019, venga lleno de Paz, de Amor, de Respeto, de Fé, de Confianza, de Trabajo fecundo, para todos, que Dios les otorgue bendiciones.
Rodolfo Griffa.
